Los negocios digitales en América Latina están descubriendo que vender no siempre comienza en una tienda, sino en un “seguir” o un “like”. El comercio social ya no es una tendencia pasajera. Es una estrategia que impulsa ventas reales desde plataformas como Instagram, TikTok y Facebook. Y lo más interesante: cualquier marca, incluso las más pequeñas, puede aprovecharlo desde hoy.
En países como México, donde más del 90% de los internautas usan redes sociales, el comercio social se convierte en una vitrina interactiva de gran alcance. Las marcas que integran catálogos en Instagram, hacen lives con lanzamientos o utilizan TikTok Shop están generando conversiones sin necesidad de un sitio web tradicional. De hecho, el engagement en estas plataformas se traduce en ventas directas en menos pasos y con menos fricción.
Casos exitosos que inspiran a replicar
Shopify destaca ejemplos que muestran cómo marcas de distintos sectores han escalado usando estrategias de comercio social. Desde cosméticos hasta moda, estas empresas han entendido que vender es contar historias en el lugar donde la audiencia ya está. Live streams con promociones en tiempo real, encuestas para lanzar productos y embajadores con microaudiencias locales son solo algunas de las fórmulas probadas.
La clave está en adaptar el contenido al canal y en permitir que el proceso de compra se integre sin esfuerzo en la experiencia de usuario. Instagram Checkout, TikTok Shopping o incluso WhatsApp Business están reemplazando la clásica “visita al sitio”.
Las marcas que realmente escalan combinan su presencia social con una tienda online robusta, campañas de email marketing automatizadas y remarketing personalizado.
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