La inversión extranjera en el ecosistema de startups chinas de inteligencia artificial (IA) está experimentando un notable resurgimiento en 2025.
Tras un período de relativo estancamiento, los inversores internacionales vuelven a confiar en las empresas emergentes en el sector de la IA en China.
La combinación del apoyo de las políticas gubernamentales, los avances tecnológicos y el creciente potencial de aplicaciones comerciales escalables impulsa este renovado interés.
En el centro de este impulso se encuentra el compromiso estratégico del gobierno chino de impulsar la IA como prioridad nacional. Mediante fondos específicos, regulaciones de apoyo e inversiones en infraestructura, China ha creado un entorno muy favorable para la innovación.
Fondo de inversión
El lanzamiento del Fondo Nacional de Inversión en la Industria de IA, dotado con 60 000 millones de yuanes (8200 millones de dólares), a principios de este año marcó un hito significativo, ofreciendo respaldo financiero a startups prometedoras y demostrando la dedicación a largo plazo del gobierno a la autosuficiencia tecnológica y la modernización industrial. Los gobiernos locales también están desempeñando un papel proactivo al adaptar los mecanismos de políticas a las necesidades específicas de sus regiones, contribuyendo así a fomentar un ecosistema nacional de IA más diverso e integral.
Además del apoyo político, las empresas chinas de IA están logrando avances tecnológicos notables. Empresas como DeepSeek han alcanzado reconocimiento mundial por sus avances en modelos de lenguaje de gran tamaño e IA generativa, atrayendo la atención de firmas de capital riesgo que buscan exposición a la investigación y el desarrollo de vanguardia.
Estos logros llegan en un momento en que los desarrolladores chinos también están demostrando un mayor ingenio para superar desafíos como las restricciones de chips y el acceso limitado a hardware internacional. En lugar de flaquear, se han adaptado mediante la innovación arquitectónica, la mejora de la eficiencia y una creciente dependencia de las tecnologías de código abierto.