La conversación sobre la venta de armas en Texas tomó un nuevo giro con una propuesta que no apunta a prohibir, sino a capacitar. Legisladores estatales, con base en Austin, están exigiendo que los negocios dedicados a la venta de armas reciban mejor entrenamiento en detección de señales de riesgo entre sus compradores. La propuesta no es abstracta: tiene nombre, casos recientes y una presión creciente de la sociedad civil.
Texas, donde el acceso a las armas está profundamente enraizado en la cultura local, también se ha visto sacudido por tiroteos prevenibles. El más reciente, en El Paso, vuelve a encender las alarmas. Por eso, la propuesta busca evitar que personas con señales evidentes de violencia o crisis mental accedan fácilmente a armas de fuego.
Legisladores piden capacitación obligatoria para tiendas de armas
El senador Roland Gutierrez, junto con otros representantes demócratas, presentó esta iniciativa tras documentar varios casos en los que los agresores habían exhibido comportamientos preocupantes antes de adquirir armas de forma legal. La idea no es nueva, pero la insistencia crece: capacitar a los empleados para que identifiquen red flags, sepan cómo actuar y reporten si es necesario.
Además, se plantea crear un registro de negocios de armas, que hoy no existe en Texas. Esto permitiría monitorear y mejorar prácticas de venta. En paralelo, se busca que los entrenamientos incluyan protocolos de intervención, algo similar a lo que ya funciona en sectores como la aviación o la salud.
Algunos legisladores republicanos y organizaciones pro-armas se oponen frontalmente. Argumentan que imponer regulaciones estatales a negocios privados es una violación a sus libertades y temen que esto sea el inicio de restricciones mayores.












