La temporada de frío no solo mueve bufandas y tazas de chocolate caliente en México. También activa uno de los mercados más dinámicos para los microemprendedores: el de las prendas personalizadas. En ciudades con climas variables como CDMX, Guadalajara o Monterrey, esta tendencia se transforma en una fuente poderosa de ingresos adicionales.
El concepto es simple pero potente: ofrecer productos únicos, útiles y con identidad. Desde sudaderas con frases virales hasta gorros tejidos con iniciales, el modelo DIY (hazlo tú mismo) abre una ruta accesible para quienes buscan iniciar sin grandes inversiones. Además, plataformas como Instagram y TikTok impulsan este tipo de negocios con velocidad orgánica, especialmente si se apalancan de nichos específicos como fandoms, diseño gráfico o activismo.
Emprender con prendas personalizadas: más que una moda
La clave está en la personalización. Mientras las grandes marcas apuestan por volumen, los microemprendedores tienen la ventaja del detalle. En noviembre, múltiples ferias locales y marketplaces en línea reportan aumentos de hasta 35% en búsquedas relacionadas con ropa personalizada. Esto no solo refleja un alza en la demanda, sino una oportunidad tangible de negocio.
Además, la barrera de entrada es baja: basta con una prensa de calor, insumos básicos y diseño atractivo. La innovación reside en la propuesta creativa y la agilidad de respuesta. Un ejemplo práctico: ofrecer envíos exprés o colecciones limitadas semanales puede posicionar un emprendimiento por encima de opciones más lentas o genéricas.
Iniciar con prendas personalizadas permite experimentar, probar audiencias y escalar con base en datos reales. Herramientas como Canva, Printful o incluso WhatsApp Business optimizan todo el proceso. También es clave entender que el éxito radica en escuchar al cliente: adaptar tallas, colores y mensajes es más sencillo desde estructuras pequeñas.
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