Una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo acaba de pisar el acelerador. Coinbase anunció la compra de Echo, una startup emergente de financiamiento descentralizado (DeFi), por 375 millones de dólares. La adquisición no solo confirma la ambición global de la firma estadounidense, sino que también marca un movimiento estratégico clave para dominar el ecosistema cripto desde un ángulo nuevo: las herramientas de recaudación Web3.
Con sede en Estados Unidos, Echo ha ganado relevancia por construir soluciones que permiten a proyectos cripto recaudar fondos directamente desde sus comunidades, sin intermediarios ni fricción. En un mercado donde la confianza y la descentralización son clave, esa propuesta captó la atención de más de un jugador. Sin embargo, fue Coinbase quien dio el paso decisivo.
La jugada maestra de Coinbase en el ecosistema cripto
Esta adquisición no se trata solo de tecnología. Echo había sido respaldada por gigantes como Andreessen Horowitz, Electric Capital y Coinbase Ventures, lo que subraya la apuesta anticipada por el potencial del proyecto. La operación, que mezcla efectivo con acciones, integrará a Echo dentro de Coinbase Wallet, expandiendo su funcionalidad hacia el terreno de la financiación directa para nuevos proyectos Web3.
Por otro lado, el movimiento también permite a Coinbase posicionarse como facilitador de creación de nuevos tokens y comunidades, en un momento donde las rondas privadas tradicionales comienzan a perder terreno frente a alternativas descentralizadas.
Echo, el nuevo puente entre usuarios y startups cripto
Echo ofrece algo que otros aún no logran consolidar: una experiencia fluida para que los usuarios participen en etapas tempranas de proyectos Web3. Este enfoque transforma la forma en que se construye y financia la próxima generación de tecnologías descentralizadas.
La operación se cerró en octubre de 2025, con el equipo de Echo incorporándose de inmediato a las operaciones de Coinbase. Cabe destacar que Coinbase alcanzó ingresos netos por más de 700 millones de dólares en el segundo trimestre del año, un salto de más del 120% respecto a 2024.