Velar por la seguridad nacional ya no depende solo de misiles y radares. En España, la startup aeroespacial Destinus está rediseñando ese concepto con el desarrollo de un avión hipersónico que vuela gracias al hidrógeno. Una propuesta audaz que busca convertir a Europa en un jugador de peso dentro del competitivo terreno hipersónico.
El prototipo, llamado Destinus 3, entrará en fase de pruebas a finales de 2025 en la base aérea de El Arenosillo, Huelva. La aeronave será no tripulada, pero alcanzará velocidades superiores a Mach 5, abriendo la puerta a una nueva generación de vehículos capaces de recorrer continentes en minutos. El hidrógeno, como fuente de energía limpia, es parte clave del diseño.
Avión hipersónico: defensa, sostenibilidad y soberanía tecnológica
La iniciativa cuenta con respaldo directo del Ministerio de Defensa y el INTA. Esto convierte al proyecto en una pieza estratégica que conecta innovación tecnológica, autonomía europea y sostenibilidad energética. Además, pone a startups como Destinus en la primera línea de la disrupción militar, en un sector tradicionalmente reservado a gobiernos y grandes contratistas.
Este avance llega en un momento crítico: desde agosto de 2025, la OTAN ha duplicado sus esfuerzos para adoptar capacidades hipersónicas, mientras que la Comisión Europea ya evalúa la integración de este tipo de tecnologías en sistemas civiles y comerciales.
Con base en datos recientes, la inversión europea en tecnologías hipersónicas superó los 1.200 millones de euros en septiembre de 2025, marcando un récord histórico para el sector.
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