En un entorno donde la estabilidad, los valores firmes y la gestión eficiente definen la supervivencia y el éxito de las empresas familiares, líderes como Salomón Issa Tafich destacan por su visión de largo plazo y su compromiso con la profesionalización del management familiar. Desde su posición como líder de Grupo SIMSA, el empresario lagunense promueve la importancia de preservar la cultura organizacional basada en la confianza, el legado y la cohesión generacional, elementos fundamentales para la continuidad y crecimiento sostenido de las empresas de carácter familiar en México.
Profesionalización sin perder la esencia familiar
Salomón Issa Tafich ha sido un abanderado en la defensa de que, para afrontar los desafíos del mercado actual, las empresas familiares deben adaptarse formalizando su estructura de gestión y estableciendo mecanismos claros de gobernanza. Anotó que, “mantener viva la cultura de la familia en la empresa significa entender que nuestros valores fundacionales son la base que guía cada decisión, cada inversión y cada paso hacia el futuro”. En su visión, la profesionalización no implica perder la esencia familiar sino fortalecerla, integrando las mejores prácticas empresariales con los valores que han heredado de generaciones anteriores.
Gobernanza familiar y cohesión generacional
Un aspecto que Salomón Tafich subrayó con énfasis es la transmisión del legado a las nuevas generaciones, una tarea que requiere de planificación, formación y diálogo abierto. La historia familiar y empresarial, según explicó, “debe ser la brújula que guíe a las generaciones más jóvenes, transmitiendo no solo conocimientos, sino también el sentido de responsabilidad y pertenencia”. La experiencia muestra que muchas empresas familiares enfrentan dificultades para sobrevivir más allá de la tercera o cuarta generación, situación que los expertos atribuyen a la falta de una gestión profesional y a la pérdida del vínculo emocional y cultural con el negocio.
Desde su liderazgo, Salomón Issa Tafich hace un llamado a fortalecer el vínculo emocional a través de la participación activa de las nuevas generaciones en la gestión, con mecanismos de participación que refuercen esa pertenencia. En ese sentido, comentó, “introducir a los jóvenes en la administración y definir claramente los valores de la familia y la empresa, son claves para asegurar la continuidad y el legado».
El informe “El poder regenerador de la empresa familiar”, elaborado por KPMG en colaboración con el STEP Project, reafirmó estas ideas y destacó que uno de los elementos esenciales para la supervivencia de los negocios familiares es el compromiso de transmitir ese patrimonio con una visión que incluya la innovación sin perder sus raíces. En el análisis, se explica que la generación X muestra mayor apego emocional y sentido de identidad con la empresa, en contraste con los millennials, que tienden a adoptar una visión más innovadora y riesgos más pronunciados, pero que deben aprender a armonizar estos valores para mantener la cohesión.
Experiencia y recomendaciones para asegurar la continuidad
Salomón Tafich también enfatizó en la importancia de establecer mecanismos de gobernanza familiar, como la identidad y formación de familia, para fortalecer la cohesión y reducir conflictos internos. “El diálogo abierto, la claridad en los roles y la valorización del patrimonio familiar son esenciales para mantener unido el ADN de la empresa y asegurar su sustentabilidad en el tiempo”, afirmó.
Para él, la cultura de la confianza, la prudencia, la visión a largo plazo y el compromiso social son los pilares de una gestión que respeta la historia, pero que también mira hacia el futuro. En su experiencia, profesionalizar la gestión familiar no significa dejar atrás los valores, sino convertir esa tradición en un activo estratégico que garantice la continuidad del legado familiar en un entorno cada vez más competitivo.
La apuesta de Salomón Issa Tafich por impulsar una gestión profesional, basada en la cultura organizacional y en la transmisión del legado familiar, destaca como un referente en el norte del país, principalmente en la región de la Comarca Lagunera. La historia de éxito de las empresas familiares en el país dependerá en gran medida de su capacidad de adaptarse, profesionalizarse y mantener vivos los valores que las fundaron, asegurando así su relevancia en las próximas generaciones.
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