Portugal quiere más que turistas y playas soleadas. Con el lanzamiento del nuevo fondo Deep Tech, el país reafirma su ambición de posicionarse como hub tecnológico en Europa. Esta iniciativa, respaldada con 15 millones de euros provenientes del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), busca dinamizar la inversión privada en startups de base científica.
El fondo será gestionado por Portugal Ventures, brazo de inversión del Grupo Banco Portugués de Fomento (BPF), y tiene como foco compañías en etapas pre-seed, seed y Serie A. La clave: tecnologías disruptivas que surjan desde la investigación y encuentren aplicación comercial viable. Es decir, un puente real entre ciencia y mercado.
Startups deep tech: inversión, talento y visión a largo plazo
La propuesta no solo busca inyectar capital, sino también movilizar cofinanciamiento privado por al menos 12 millones adicionales. Esto coloca a Portugal en una lógica de colaboración inteligente, alineada con otros programas europeos como el European Innovation Council (EIC).
Además, se priorizarán proyectos vinculados a tecnologías cuánticas, fotónica, materiales avanzados, inteligencia artificial y salud digital. Este enfoque coincide con las tendencias más prometedoras del ecosistema deep tech global, donde la inversión no se mide solo en retorno financiero, sino también en impacto transformador.
