Norman Hagemeister impulsa inversión accesible y transforma el ahorro
En un país donde más del 50 % de los adultos no ahorra de forma formal, y millones de jóvenes, madres solteras y migrantes se enfrentan a barreras estructurales para acceder a productos financieros, la inversión sigue siendo percibida como un privilegio para pocos. Ante esta realidad, Norman Hagemeister, especialista en innovación financiera y educación digital, propone un modelo de inversión accesible que permita transformar el ahorro en una herramienta de inclusión social.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024 revela que solo el 3.4 % de los mexicanos posee un instrumento de inversión formal —como depósitos a plazo o fondos de inversión—, frente al 2.1 % registrado en 2021. Además, el uso del ahorro informal se mantiene alto, con un 36.6 % de la población que prefiere guardar dinero en efectivo o tandas. Lo anterior, refuerza la urgencia de propuestas que permitan iniciar con montos bajos y sin historial, para atender a los segmentos más vulnerables.
Norman Hagemeister advirtió que el sistema tradicional ha fallado en hablarle a estos sectores: “Durante décadas se educó al país en el miedo al riesgo, pero nunca se enseñó a gestionarlo. Por eso, hoy hay generaciones enteras que no se sienten bienvenidas al mundo financiero y al contexto tecnológico actual.”
Frente a esto, el especialista apuesta por plataformas que permitan abrir cuentas de inversión sin historial bancario, sin montos mínimos inalcanzables y con acceso a contenidos didácticos claros, incluyentes y relevantes para poblaciones específicas.
Casos como el de jóvenes freelancers, madres solteras que administran ingresos variables o migrantes que envían remesas, muestran que la barrera no es la voluntad de ahorrar, sino la estructura que les cierra las puertas desde el inicio.
Este enfoque ha comenzado a generar interés en universidades, comunidades rurales y colectivos migrantes, que ven en la inversión digital no solo una herramienta económica, sino también un acto de reconocimiento social.
En un ecosistema donde la sofisticación financiera suele ir acompañada de exclusión, la propuesta de Hagemeister es clara: democratizar el acceso al ahorro e inversión significa entrarle de frente a la modernización estructural y equidad financiera.
“No podemos hablar de un México fintech si seguimos hablando sólo con quienes ya están dentro del sistema. Hay que abrir la puerta, pero también hay que salir a invitar”, concluyó.
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