México es el segundo mercado de capital de riesgo más grande de Latinoamérica, sin embargo, su ecosistema de startups enfrenta un cuello de botella crítico que amenaza su viabilidad a largo plazo.
Aunque los fundamentos parecen sólidos—ocupando el puesto 43 a nivel global y el 4to en Latinoamérica según el Global Startup Ecosystem Index 2025—la industria confronta una crisis de liquidez que demanda atención inmediata.
Con casi 130 millones de habitantes y proximidad estratégica con Estados Unidos, México ofrece ventajas convincentes para las startups.
La tendencia de nearshoring, acelerada por las tensiones entre Estados Unidos y China, ha fortalecido su posición como hub regional. Estos fundamentos se reflejan en los números: México ha mantenido relativa estabilidad en el financiamiento de startups durante los últimos tres años, acumulando más de $US4,100 millones según datos de LAVCA— 1,780 millones de dólares en 2022, 1,140 millones de dólares en 2023, y 1,180 millones de dólares en 2024.
Sin embargo, estas cifras ocultan una debilidad estructural. De acuerdo con un reporte publicado por Startuplinks y Cuantico, la gran mayoría de fondos de capital de riesgo del país se enfocan exclusivamente en inversiones de etapa temprana—rondas pre-semilla y semilla. Cuando las startups maduran y buscan financiamiento Serie A o B, enfrentan una realidad cruda: los inversores locales carecen de la capacidad para proporcionar el capital necesario para escalar.
Fuente: Forbes