El consumidor mexicano está demostrando que en octubre y noviembre no se trata solo de sustos o flores de cempasúchil. Se trata de identidad, diversión y, sobre todo, decisiones de compra con significado. Halloween y Día de Muertos conviven en un mismo calendario, pero sus huellas en la economía digital y física no son iguales.
Ambas celebraciones son relevantes, pero lo que eligen los mexicanos revela un comportamiento híbrido: adoptan lo global sin soltar lo propio. Halloween lidera en disfraces y fiestas, mientras el Día de Muertos domina en decoración tradicional y consumo familiar. De acuerdo con datos de Kantar, 7 de cada 10 personas celebran alguna de estas fechas, y el gasto promedio supera los 500 pesos por evento.
Tendencias de compra: emoción, cultura y canal digital
Halloween despierta el impulso, sobre todo entre jóvenes urbanos. Buscan experiencias, disfraces llamativos y snacks “de miedo”. El 80% hace sus compras una semana antes y gran parte recurre al e-commerce o redes sociales como vitrina.
Día de Muertos, en cambio, moviliza emociones más profundas. Predominan las compras planeadas, con un enfoque familiar y más conectado a lo emocional. Pan de muerto, veladoras y papel picado llenan carritos que se mueven tanto en línea como en tiendas físicas. Además, hay un aumento sostenido en productos personalizados y emprendimientos locales que dan un giro creativo a esta tradición.
Mientras Halloween capta la atención visual y mediática, el Día de Muertos gana terreno como símbolo de identidad nacional.












