México 13 septiembre.- Tel Aviv se convirtió en un centro tecnológico donde las startups nutren el campo de la innovación. Debido a ese potencial, Intel está invirtiendo para cosechar buenos resultados y que otros mercados emergentes, como México y Latinoamérica, aprovechen su potencial en el sector tecnológico.
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Startups de Israel, 2021 fue un año récord para el panorama tecnológico, pues recaudó más de 25,400 millones de dólares. Es una cifra que representó un crecimiento del 136% en inversiones de capital respecto al 2020 y además superó el aumento global promedio del 71%.
En este sentido, Zack Weisfeld, vicepresidente y gerente general de Intel Ignite -una aceleradora corporativa de startups que nació en 2019 en Tel Aviv-, destaca que “hay mucha disrupción en las startups del mundo. Mucho del trabajo que han hecho grandes empresas surgió de startups o adquisiciones de las mismas”.
Centros tecnológicos
Para entrar en este programa, Weisfeld resalta que no es necesario que las empresas estén inmiscuidas en un área similar al de Intel, como los semiconductores, pues se trata de que ambas compañías se relacionen y aprendan entre ellas.
“Necesitamos estar conectados con estos creadores y ayudarlos a construir las tecnologías del futuro, además de que ambos aprendamos en el proceso”, explica el ejecutivo, quien resalta que a través de esto también se da un cambio de cultura al interior de las startups.
Actualmente, Intel Ignite existe únicamente en tres ciudades del mundo: Tel Aviv, en Israel; Múnich, en Alemania; y Boston, en Estados Unidos. Sin embargo, el ejecutivo no descarta que este esfuerzo se expanda a otras urbes que sean centros tecnológicos.
Algunas de las características fundamentales que la empresa busca en las ciudades para invertir en sus startups es que haya “ecosistemas disruptores” donde la cultura de riesgo ocupe una posición importante y se combine con una base de talento en el área, una comunidad de inversores y empresas multinacionales interesadas en el proyecto.
Fuente: Expansión