El mapa de la movilidad eléctrica en México empieza a redibujarse con trazos más ambiciosos. Hoy, el país no solo está apostando por vehículos eléctricos, también por el músculo que los hará realmente sostenibles: inversión en innovación y desarrollo tecnológico.
Durante el último año, empresas y gobierno han incrementado la inversión en I+D relacionada con electromovilidad, alcanzando un aumento del 41.5% en el primer semestre de 2025. Este impulso no se limita a grandes armadoras. Startups, centros de investigación y universidades también están liderando proyectos estratégicos que abarcan desde nuevas baterías hasta sistemas inteligentes de carga.
El motor de la electromovilidad: inversión en I+D
La Secretaría de Hacienda ha señalado que, entre enero y junio de este año, se canalizaron más de 1,200 millones de pesos al desarrollo de tecnologías relacionadas con movilidad eléctrica. Este avance forma parte de la estrategia del Programa Especial de Transición Energética. Además, se han identificado al menos 73 iniciativas en curso orientadas a optimizar la cadena de valor del litio, mejorar sistemas de almacenamiento y aumentar la eficiencia energética en el transporte público.
También hay señales claras desde el ecosistema emprendedor. Fondos de capital riesgo han comenzado a apostar por startups que buscan resolver retos clave, como el reciclaje de baterías y la fabricación local de componentes.
En un escenario donde la competencia global por dominar la movilidad eléctrica se vuelve más intensa, México comienza a posicionarse como un hub relevante en Latinoamérica.
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