Volar sobre la selva peruana y ver cómo miles de semillas caen como lluvia verde es una escena digna de una película futurista. Pero no es ficción. Desde agosto de 2025, drones especializados están reforestando más de 2.000 hectáreas de la Amazonía, marcando un punto de inflexión en la restauración de ecosistemas degradados.
Este ambicioso plan se desarrolla en Ucayali, región al sureste del país, donde la deforestación ha dejado cicatrices profundas. La estrategia combina tecnología de precisión con biología regenerativa. Los drones no solo lanzan semillas; analizan el terreno y determinan la ubicación óptima para cada una. Además, las semillas están protegidas con cápsulas biodegradables que contienen nutrientes, aumentando sus probabilidades de germinación.
Tecnología aérea que entiende el suelo
La empresa peruana Reforest supervisa la operación, en alianza con organizaciones ambientales y comunidades locales. Su flota de drones puede cubrir hasta 10 hectáreas por día, con una eficiencia que sería impensable con métodos tradicionales. Cada dron cuenta con sistemas de georreferenciación, sensores de humedad y cámaras multiespectrales que permiten monitorear el avance del proyecto en tiempo real.
Además, esta tecnología permite trabajar en zonas de difícil acceso sin dañar el terreno, lo que acelera los procesos de reforestación en áreas que antes eran inalcanzables.
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Una selva que se regenera con datos
La iniciativa no solo es verde; es inteligente. Con los datos recolectados, se construye un mapa dinámico del proceso de regeneración, lo que permite ajustar estrategias y escalar el modelo a otras regiones del país. Este tipo de reforestación automatizada abre una ventana de posibilidades para enfrentar el cambio climático desde el ecosistema más biodiverso del planeta.
De igual manera, un reporte publicado en septiembre de 2025 por el Ministerio del Ambiente confirmó que en solo ocho semanas ya se habían cubierto 1.120 hectáreas con especies nativas, incluyendo shihuahuaco, cedro y caoba.










