Desde su lanzamiento, y posterior arribo a México en 2002, Big Cola ha emergido como una de las bebidas carbonatadas preferidas por las familias latinas, destacándose no solo por su sabor, sino también por su conexión emocional con diversas generaciones.
La marca de gaseosa perteneciente al portafolio de Grupo AJE y con presencia en tres continentes, es única por su presentación de gran tamaño, sabor y calidad, así como su precio accesible, cualidades que la han potenciado para inspirar a sus consumidores a alcanzar la grandeza en cada aspecto de su vida cotidiana.
Asimismo, Big Cola ha sabido captar la esencia de lo que significa compartir momentos en familia, estableciendo incluso que su grandeza yace en su esencia latina, al surgir de uno de los países más representativos del continente, pero convirtiéndose rápidamente en una marca con presencia global.
Más que un refresco, la bebida que también forma parte del portafolio de marcas de AJEMEX, división mexicana de la multinacional sudamericana, ha logrado unir generaciones a través de su burbujeante frescura, convirtiéndose en el auténtico sabor latino de las gaseosas.
Por ejemplo, según estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, el 72% de las familias latinas se sienten más unidas cuando comparten comidas y bebidas, lo que refuerza la idea de que Big Cola no solo es un producto, sino un vehículo para fortalecer lazos familiares.
Adaptación a las nuevas tendencias de consumo
En un contexto más globalizado, donde se apunta hacia productos más naturales, saludables y en armonía con el medio ambiente, la propuesta de Big Cola evoluciona para empatar con sabores auténticos que exigen los consumidores, orientándose además hacia las tendencias que experimenta la industria de las bebidas carbonatadas.
En ese sentido, el legado de la bebida de cola de Grupo AJE va más allá de su presencia en la mesa familiar, buscando transformarse y evolucionar a la par que sus consumidores.
Aunado a ello vale, la pena mencionar que, según un estudio de Grand View Research, el mercado de edulcorantes naturales global alcanzará los 3,3 mil millones de dólares para 2025, teniendo a América Latina como uno de los mercados de más rápido crecimiento.
Por ello, tanto AJE como Big Cola apuestan por seguir inclinándose hacia iniciativas de sostenibilidad que buscan minimizar el impacto ambiental, y al mismo tiempo apoyen prácticas responsables en la producción y distribución, pero que en ningún momento dejan de lado la persistencia del sabor y calidad que los ha caracterizado.
En ese sentido, la adaptación de la bebida de cola de la multinacional sudamericana a las nuevas tendencias no se limita solo a la composición de sus productos, sino también a toda una estrategia que conecta a las nuevas generaciones con la esencia de la bebida y su legado latino.
Big Cola es y será un símbolo de identidad y tradición para las familias latinas que, con un sabor auténtico, combinado con un enfoque en innovación y sostenibilidad, asegura su lugar en la mesa de las generaciones actuales y futuras.