La energía que recorrió el ecosistema emprendedor en Estados Unidos durante los últimos meses encontró un eco inesperado en Europa, donde las startups europeas viven un impulso que muchos consideran decisivo. La escena que dejó la conferencia Slush en Helsinki evidenció un cambio de ánimo que mezcla madurez, ambición y una convicción colectiva de que el continente está listo para competir con cualquier hub global.
Durante años, distintos obstáculos frenaron el crecimiento regional. Muchos fundadores optaron por mudarse a Estados Unidos para acceder a clientes, capital y velocidad. Además, varios fondos internacionales abrieron oficinas en Londres tras la pandemia y luego las cerraron, lo que reforzó narrativas poco favorables. Sin embargo, la realidad reciente muestra otro rumbo. También varios inversionistas señalaron que hoy existe más capital estadounidense en Europa que hace cinco años.
Impulso de startups europeas cambia la narrativa global
Nombres como Spotify y Klarna fortalecieron la confianza local. Asimismo, los empleados formados en esas compañías ahora crean sus propios proyectos con más preparación y menos temor a crecer desde casa.
Las cifras compartidas en Slush reflejan ese avance. Lovable, una plataforma de vibe-coding, alcanzó doscientos millones de ARR en un año manteniéndose en Europa, algo que sorprendió incluso a inversionistas veteranos. En consecuencia, más fundadores se atreven a construir empresas desde sus ciudades sin presiones para migrar.
Proyección de startups atrae más capital
Reguladores también participan. De igual manera, la Unión Europea trabaja en cambios que permitirán registrar una startup en todos los países del bloque de forma simultánea, lo que busca dinamizar la creación y expansión de compañías. Un elemento clave es que varias voces estiman que el ecosistema europeo está solo una década detrás del estadounidense, pero su participación en el PIB ya aumenta de forma constante.
