Las fiestas ya se sienten en el aire de Hermosillo y uno de sus símbolos más esperados, la flor de Nochebuena, ya adorna los principales puntos de venta. Aunque la inflación ha impactado productos básicos durante todo el año, este ícono navideño mantiene su precio sin sobresaltos, dándole un respiro a las familias y comercios locales que buscan celebrar sin comprometer sus presupuestos.
En 2023, los viveros locales en Hermosillo colocaron las nochebuenas en un rango que oscilaba entre 45 y 250 pesos, según su tamaño y presentación. Para alivio de los compradores, en este 2025 los precios se mantienen prácticamente sin cambios, impulsados por la producción local y el esfuerzo de mantener competitividad frente al mercado nacional.
La flor, originaria de México y símbolo global de la Navidad, no solo aporta belleza, sino que también representa una microeconomía relevante en la región. Viveros como San Pedro, San Carlos y Emiliano Zapata trabajan con productores de pueblos como Bahía de Kino y Miguel Alemán para garantizar disponibilidad sin intermediarios, lo que permite controlar precios y asegurar calidad.
Producción regional y cercanía al cliente, la fórmula clave
La cercanía entre productores y puntos de venta ha permitido una logística más eficiente. Esta dinámica evita sobrecostos de transporte y almacenamiento, reflejándose en una estabilidad que beneficia tanto al consumidor como a los emprendedores del sector.
Del mismo modo, los comerciantes han apostado por ofertas personalizadas, empaques reciclables y promociones en redes sociales para atraer a nuevos compradores. Esto convierte la temporada en una oportunidad perfecta para impulsar las ventas con creatividad y cercanía.
En Hermosillo, la demanda se anticipa alta, especialmente en las zonas urbanas donde la Nochebuena sigue siendo el regalo ideal para oficinas, hogares y eventos.
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