La ciberseguridad en Colombia dejó de ser un tema exclusivo de grandes corporaciones. Hoy es un asunto de resiliencia digital que toca a empresas emergentes, pymes y hasta entidades públicas. El incremento de ataques en 2025 obligó a que el sector tecnológico se enfocara en innovar más rápido que los propios ciberdelincuentes.
La Asociación Colombiana de Ingenieros reportó en septiembre que los incidentes digitales aumentaron más de 40 por ciento respecto al año anterior. En consecuencia, se han multiplicado los proyectos que priorizan la automatización, la inteligencia artificial defensiva y el talento especializado en seguridad informática.
Innovación y ciberseguridad como motor de competitividad
El mercado colombiano se está moviendo hacia soluciones ágiles, con startups que diseñan plataformas de respuesta inmediata y herramientas que protegen desde la nube hasta los dispositivos móviles. Del mismo modo, las universidades fortalecen programas de formación en ciberseguridad, conscientes de que el talento humano es tan importante como la tecnología.
Además, las inversiones en este sector se han consolidado. Fondos regionales y corporativos globales están respaldando proyectos locales, lo que demuestra que la ciberseguridad no solo es defensa, también es oportunidad económica.
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Resiliencia digital en el contexto colombiano
La resiliencia se entiende ahora como la capacidad de anticipar, resistir y recuperarse ante un ataque. Empresas de banca, salud y educación ya integran protocolos que antes eran vistos como opcionales. Por otro lado, organismos estatales avanzan en estrategias nacionales para fortalecer la infraestructura crítica, reforzando la colaboración público-privada.
Un estudio divulgado en agosto de 2025 indicó que Colombia es el segundo país en Latinoamérica con mayor crecimiento en inversión en soluciones de ciberseguridad, solo superado por Brasil.