El talento emprendedor en Michoacán está encontrando nuevos caminos para transformar el futuro del campo mexicano. Con la guía del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), dieciocho proyectos enfocados en soluciones agroalimentarias dieron un paso clave al integrarse al Búnker de Innovación Agroalimentaria, un espacio diseñado para escalar ideas con impacto económico y social.
La iniciativa, respaldada por el gobierno estatal, busca fortalecer el ecosistema de innovación desde la raíz: estudiantes, investigadores y emprendedores que aportan desde biotecnología hasta tecnologías digitales aplicadas al campo. Este esfuerzo conecta investigación con el mercado, algo fundamental para detonar cadenas productivas más sostenibles y competitivas.
Innovación agroalimentaria como motor de cambio
Dentro del Búnker, los equipos seleccionados recibirán acompañamiento técnico, mentoría y recursos para validar sus modelos de negocio y tecnologías. El objetivo es claro: llevar al mercado propuestas que eleven la productividad del sector agroalimentario y atiendan retos como la eficiencia hídrica, el aprovechamiento de residuos y la generación de valor agregado.
Además, la convocatoria de este año mostró la diversidad del talento joven en Michoacán, con proyectos que van desde alimentos funcionales hasta plataformas digitales para productores locales.
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Por otro lado, el impacto del Búnker no se limita a los emprendedores. El ICTI plantea que cada solución desarrollada puede convertirse en una herramienta estratégica para la soberanía alimentaria del país, lo que coloca a Michoacán en una posición clave en la agenda nacional de desarrollo tecnológico.
Según datos del propio instituto, el programa ya ha permitido incubar más de 40 iniciativas en los últimos dos años, consolidando a la región como un polo emergente de innovación aplicada al campo.
