La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio un paso clave para garantizar la defensa efectiva de los animales sin criminalizar de forma desproporcionada a sus propietarios, al declarar inválida una parte del Código Penal de Morelos por su ambigüedad y falta de certeza jurídica.
Justicia penal sin excesos: la sentencia que marca la diferencia
La decisión se dio tras analizar la fracción XVI del artículo 327, que pretendía sancionar penalmente a quienes no garantizaran el bienestar integral de sus animales domésticos “en la medida de lo posible”. Esta fórmula, según la Corte, carecía de definición objetiva, abriendo la puerta a sanciones arbitrarias.
La SCJN subrayó que el derecho penal debe ser claro, proporcional y predecible. De lo contrario, puede violar derechos humanos fundamentales como el debido proceso y la presunción de inocencia.
Yasmín Esquivel Mossa: equilibrio entre protección animal y justicia penal
Para Yasmín Esquivel Mossa, ministra ponente, era necesario frenar una tendencia legislativa que, aunque bienintencionada, puede resultar contraproducente. Si se criminaliza sin criterios claros, se afecta tanto a los animales —al deslegitimar su defensa— como a las personas que sí cumplen con sus responsabilidades como cuidadores.
La ministra enfatizó que exigir conocimientos científicos a todos los propietarios de mascotas es una carga irreal y violatoria del principio de legalidad.
No es impunidad: el maltrato sigue siendo delito
La Corte dejó claro que esta resolución no libera de responsabilidad a quienes maltratan o abandonan animales. Otras disposiciones del mismo artículo penal siguen vigentes, lo que garantiza la continuidad de la protección legal contra actos crueles y negligentes.
Legislación responsable: el reto para los congresos estatales
Este fallo sienta un precedente importante para los legisladores de todo el país. Las normas deben ser claras, justas y aplicables, especialmente cuando se trata de temas sensibles como los derechos de los animales. El reto es construir una protección efectiva sin caer en excesos que vulneren los derechos humanos.