El debate sobre sostenibilidad en México ya no se centra en si la tecnología puede resolver los grandes retos, sino en qué tan insuficiente resulta cuando se aplica de forma aislada. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió en septiembre de 2025 que cualquier estrategia enfocada únicamente en innovación tecnológica está destinada al fracaso si no integra factores sociales, ambientales y económicos.
Los especialistas remarcan que el país enfrenta un dilema estructural: apostar por soluciones digitales sin transformar modelos productivos y de consumo. Además, subrayan que la sostenibilidad requiere cambios en la gobernanza, el financiamiento y la capacitación comunitaria. En consecuencia, un enfoque integral es lo que permitirá que las nuevas herramientas no queden atrapadas en laboratorios o en proyectos piloto.
Tecnología y sostenibilidad en equilibrio
El concepto de sostenibilidad tecnológica parte de entender que la agricultura digital, los sistemas de datos y la inteligencia artificial necesitan políticas que prioricen la inclusión. De igual manera, la FAO advirtió que sin fortalecer las cadenas locales de valor, el impacto de la tecnología en seguridad alimentaria será limitado.
También es clave destacar que México, al igual que otros países latinoamericanos, debe evitar depender de modelos importados que no responden a sus propias realidades sociales y climáticas.
Retos inmediatos y una llamada de atención
Un dato reciente expuesto por la FAO señala que cerca del 60% de las innovaciones agrícolas lanzadas en América Latina no logran escalar debido a la falta de articulación con políticas públicas y financiamiento local. Ese rezago evidencia que la sostenibilidad tecnológica no solo depende de avances técnicos, sino de la capacidad de un país para integrar ecosistemas completos.
