En los últimos veinte años, una marca de motocicletas completamente mexicana ha redefinido la movilidad en el país sin necesidad de mencionar explícitamente su canal de venta directa. Desde su fundación en noviembre de 2004, Italika logró consolidarse como la opción más adquirida por mexicanos que buscan una alternativa accesible y práctica de transporte urbano.
El crecimiento comenzó con una planta en el Estado de México en 2008, con capacidad para ensamblar 760 000 motos al año. Para 2021 ya producía 800 000 unidades anuales, y en 2025, gracias a una nueva instalación en Jalisco, se alcanzó un récord: ensamblada la novena millónésima unidad en solo 10 meses después de la octava, con inversión de más de 500 millones de pesos.
La nueva fábrica denominada “Ensamblika” Guadalajara, tiene capacidad para 500 000 motos al año operando dos líneas de producción.
Hoy en día, entre ambas plantas (Toluca y Guadalajara), se ensamblan motos a una velocidad aproximada de uno por minuto en cada línea, con capacidad instalada de hasta 1.2 millones de unidades.
Participación de mercado y tendencias
En 2024 se registraron en México más de 1.3 millones de unidades nuevas, cifra que reflejó un incremento de 36 % respecto al año anterior. Esta marca mexicana logró aproximadamente 70 % de participación del mercado nacional, correspondiendo a cerca de 7 de cada 10 motos vendidas.
Durante el primer trimestre de 2025 se vendieron alrededor de 440 518 motocicletas, lo que significó un crecimiento de 4.8 % año contra año; en esa etapa, la marca líder creció un 2.1 % en ventas.
El mercado nacional de motocicletas está proyectado en más de 3.36 mil millones de dólares en 2024, con expectativa de crecimiento anual compuesto de 12 % hasta 2034.
El éxito no solo radica en volúmenes de ensamblaje, sino en una combinación de autonomía productiva local, variedad de modelos, incluyendo trabajo, urbano, deportiva, doble propósito y eléctricas, garantía estandarizada de 2 años o 20 000 km, y una red de postventa amplia. Este enfoque facilitó el uso por parte de sectores emergentes, emprendedores y servicios de reparto.
Por cada moto armada, se contribuye al desarrollo de una historia de acceso laboral o movilidad cotidiana transformada. En 2025, mientras el mercado sigue creciendo en medio de la penetración de marcas extranjeras, esta marca local continúa escalando: nuevas plantas, ampliación de modelos y demanda sostenida.
Esa narrativa es la de una opción que no apuesta al lujo, sino a ser la base del transporte popular. En este sentido, el fenómeno que es Italika se convierte en algo económico, funcional y urbano, una especie de “columna vertebral” silenciosa de la movilidad mexicana moderna.