La innovación tecnológica se convierte en un aliado cuando impacta de manera directa en la vida de las personas. En Nuevo León, un grupo de creativos impulsa la fabricación de dispositivos de apoyo mediante impresión 3D para quienes viven con alguna discapacidad, demostrando que la tecnología puede ser un motor real de inclusión social.
Estas soluciones incluyen cubiertos adaptados, soportes ergonómicos y otros accesorios que facilitan actividades diarias. El objetivo es ofrecer alternativas de bajo costo frente a los equipos especializados importados, cuyo precio suele ser inaccesible para la mayoría de las familias mexicanas. Además, la producción local permite personalizar cada pieza de acuerdo con las necesidades específicas de cada usuario.
Tecnología 3D con enfoque social
La impresión 3D se ha convertido en un recurso estratégico porque combina rapidez, precisión y flexibilidad. En este caso, el proyecto desarrollado en Monterrey no solo acerca dispositivos funcionales, también abre la puerta a un modelo replicable en otras regiones del país. También representa una oportunidad de fortalecer un ecosistema donde emprendedores, diseñadores y profesionales de la salud pueden colaborar en torno a un propósito común.
Por otro lado, la iniciativa responde a una demanda creciente en México, donde se estima que más de 20 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad. Para este sector, el acceso a apoyos personalizados marca una diferencia en su autonomía y en su calidad de vida.
Inclusión impulsada por innovación
La capacidad de escalar estas soluciones en poco tiempo es clave para llegar a más comunidades. Del mismo modo, el uso de materiales resistentes pero accesibles contribuye a mantener precios bajos sin comprometer la funcionalidad.