Liderar una empresa en México implica tomar decisiones rápidas, pero cuando el fundador intenta controlarlo todo, el avance se convierte en un freno. Esa figura conocida como emprendedor todólogo, que busca abarcar ventas, operaciones, finanzas y recursos humanos, suele ser la primera gran barrera para escalar un proyecto.
El riesgo no es menor. En agosto de 2025, el Instituto Nacional del Emprendedor reveló que 47% de las pequeñas empresas mexicanas cierran en menos de tres años por falta de delegación efectiva. Esto refleja que la obsesión por supervisar cada detalle termina por agotar al líder y limitar la capacidad de innovación.
Emprendedor todólogo frente al desafío de delegar
El ecosistema empresarial mexicano muestra que quienes aprenden a construir equipos especializados logran consolidarse con mayor rapidez. Delegar no significa perder control, sino generar confianza en talento capacitado que aporta nuevas perspectivas. Además, al descentralizar responsabilidades, se abren espacios para estrategias de expansión y atracción de inversión.
Por otro lado, un equipo fortalecido reduce la dependencia de una sola persona y permite sostener operaciones en momentos de crisis. Este cambio de enfoque se convierte en un factor decisivo para que una empresa pase de sobrevivir a crecer de manera sostenible.
El cambio que impulsa la sostenibilidad empresarial
Cada vez más incubadoras y aceleradoras en México subrayan la importancia de profesionalizar la gestión. La formación de líderes intermedios se posiciona como la vía para superar la etapa del emprendedor todólogo.
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De hecho, un informe de Endeavor México publicado en septiembre de 2025 señaló que las empresas que implementan modelos de gestión colaborativa crecen 60% más rápido que las que mantienen una estructura centralizada en su fundador.