La búsqueda de soluciones ante los actuales desafíos ambientales ha puesto en relieve la importancia de adoptar prácticas de construcción sostenible a nivel global. En este contexto, la Certificación EDGE ha emergido como una herramienta destacada, respaldada por el Green Business Certification Inc. (GBCI) y la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, promoviendo la eficiencia y la responsabilidad ambiental en proyectos arquitectónicos en más de 120 países.
Daniel Esquenazi Beraha, reconocido arquitecto y empresario mexicano, analiza los beneficios y alcances de esta certificación, subrayando su capacidad para mejorar tanto el impacto ambiental como la rentabilidad de los proyectos.
En sus palabras, la Certificación EDGE no solo busca reducir el impacto ambiental de los edificios, sino que también presenta oportunidades económicas significativas al evaluar costos y beneficios, permitiendo a arquitectos y desarrolladores tomar decisiones informadas sobre prácticas de ahorro en energía, agua y materiales de construcción.
“Los criterios de la certificación EDGE establecen un ahorro mínimo del 20 % en energía, agua y energía incorporada en materiales de construcción seleccionados, fomentando así la responsabilidad ambiental y mejorando la rentabilidad de los proyectos certificados. Esta certificación puede acelerar el retorno de la inversión y aumentar la atracción del mercado, facilitando ventas más rápidas y precios competitivos”, explicó Esquenazi Beraha.
La metodología estructurada del proceso de certificación EDGE, que abarca desde el diagnóstico inicial hasta la auditoría final, garantiza una integración fluida de las estrategias de sostenibilidad en todas las etapas del proyecto. Además, ofrece tres niveles adaptados a diferentes necesidades y presupuestos, respaldados por un software intuitivo que permite una evaluación detallada de las opciones disponibles.
Esta estructura metodológica también asegura una transición sin inconvenientes desde la planificación hasta la implementación, proporcionando una guía clara para arquitectos y desarrolladores en la incorporación de prácticas sostenibles.
La versatilidad y asequibilidad de la Certificación EDGE la convierten en una opción atractiva para una amplia gama de proyectos, desde viviendas residenciales hasta instalaciones comerciales e institucionales. Este enfoque pragmático contrasta con otras certificaciones más complejas y costosas, abriendo así las puertas a una mayor adopción de prácticas sostenibles en el sector de la construcción.
El éxito de EDGE se refleja en su creciente adopción a nivel mundial, con proyectos en países tan diversos como India, Nigeria, Perú y Colombia. Este impulso, respaldado por iniciativas tanto públicas como privadas, augura un futuro prometedor para la sostenibilidad en la región.
El compromiso con la sostenibilidad trasciende fronteras y sectores, como lo demuestra el caso de BBVA en Perú. Al obtener la certificación EDGE para su sede central, el banco no solo establece un precedente en el sector financiero peruano, sino que también demuestra el potencial de esta herramienta para impulsar prácticas más responsables y eficientes en grandes corporaciones.
En México, ejemplos como el IMSS Hospital Emergente COVID-19 en Puebla, la Universidad del Medioambiente en Valle de Bravo y el AC Hotel by Marriott Veracruz en Veracruz, destacan como ejemplares de la implementación exitosa de prácticas sostenibles en la construcción. Estos proyectos no solo demuestran el compromiso con la sostenibilidad, sino que también, a decir de Daniel Esquenazi Beraha, inspiran a otros a seguir su ejemplo.