Amazon ha decidido dejar de lado los rodeos y posicionarse con fuerza en la carrera global por la inteligencia artificial. La empresa con sede en Seattle ha invertido más de 10 mil millones de dólares en Anthropic, el rival de OpenAI, con el objetivo de integrarse de forma decisiva en el desarrollo y distribución de modelos de lenguaje avanzados. Esta apuesta no es menor: coloca a Amazon como un jugador clave en un mercado que ya redefine cómo las empresas operan, compiten y crean valor.
Anthropic: el arma secreta de Amazon
La estrategia va más allá de una simple inversión. Anthropic, creadora de Claude, una familia de modelos generativos que compite directamente con ChatGPT, se integrará a fondo con AWS y sus clientes empresariales. Con esta jugada, Amazon asegura no solo potencia tecnológica, sino también exclusividad comercial en la nube. Claude ya está disponible en Amazon Bedrock, la plataforma que permite a compañías desarrollar aplicaciones basadas en IA sin necesidad de gestionar infraestructura compleja.
Este movimiento, además, viene acompañado de una mejora estratégica: los empleados de Amazon ahora tienen acceso prioritario a los sistemas de Anthropic, lo que acelera la incorporación de IA generativa a las operaciones internas de la empresa.
En un contexto donde Microsoft y Google llevan la delantera en el terreno de la IA, Amazon no solo busca alcanzar el ritmo, sino marcarlo. Su modelo de negocio, centrado en AWS como columna vertebral, se fortalece con cada nuevo avance en integración de IA. La empresa sabe que el futuro de la computación en la nube estará dominado por servicios capaces de automatizar tareas, generar contenido y analizar datos de forma contextual.
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