La moda empieza a moverse con otra lógica en Canadá y ahora también en Estados Unidos. Rax, una plataforma de renta de ropa entre usuarios, acelera su expansión internacional con una propuesta que combina tecnología, sostenibilidad y consumo colaborativo.
La startup nació a partir de una experiencia cotidiana. Su fundadora detectó que muchas prendas de alto costo permanecían guardadas tras usarse solo una vez. En lugar de revenderlas, decidió crear un marketplace que permitiera rentarlas de forma directa, sin inventarios propios y con control total de los usuarios sobre sus prendas.
Rax opera como una plataforma peer to peer donde las personas publican ropa que desean rentar y conectan con otros usuarios interesados. El crecimiento inicial llegó de forma orgánica, apoyado en una estrategia de construcción pública del producto y en una comunidad digital activa. Actualmente, la app reúne cerca de cinco mil usuarios activos.
Redefine la renta de moda con plazos flexibles
A diferencia de otros servicios, Rax permite rentas de largo plazo que pueden extenderse hasta seis meses. Esta característica responde a necesidades prácticas como viajes largos, eventos recurrentes o prendas de temporada, donde las rentas diarias elevan los costos.
Además, el modelo fortalece la circularidad en la industria de la moda. Al extender la vida útil de cada prenda, los usuarios reducen compras impulsivas y el impacto ambiental asociado a la producción textil.
Rax acelera su llegada al mercado estadounidense
La expansión hacia Estados Unidos comenzó tras la participación de la empresa en TechCrunch Disrupt, donde obtuvo el reconocimiento al mejor pitch de consumo. A partir de ese impulso, la compañía inicia operaciones en Nueva York y planea ampliar su alcance a otros estados.
Por otro lado, Rax prepara una nueva línea de servicios dirigida a diseñadores y retailers que buscan ofrecer renta directa a consumidores finales. El objetivo consiste en aprovechar la infraestructura tecnológica existente y una audiencia alineada con el consumo responsable.
El interés por este modelo crece. En América del Norte, el mercado de reventa y renta de moda supera ya los 50 mil millones de dólares, impulsado por consumidores jóvenes y urbanos que priorizan sostenibilidad y acceso flexible.












