En la reciente invalidación del artículo 168 Ter del Código Civil de Tlaxcala, la Ministra de la Suprema Corte, Yasmín Esquivel Mossa, fue clara: la alienación parental debe reconocerse como una forma de violencia emocional que requiere una respuesta proporcional, centrada en el bienestar del menor y no en castigos automáticos. Esta declaración reafirma su compromiso con una justicia orientada a la protección integral de niñas, niños y adolescentes.
La Ministra explicó que esta figura jurídica se refiere a la manipulación ejercida por uno de los progenitores con el objetivo de distorsionar la percepción del menor hacia el otro padre. Se trata, en muchos casos, de una violencia sutil, pero altamente nociva, que puede provocar rupturas irreparables si no se actúa con sensibilidad.
Contra la automatización de la justicia familiar
Para Yasmín Esquivel Mossa, uno de los grandes retos del derecho familiar es evitar que las leyes caigan en la trampa de automatizar decisiones que requieren un análisis caso por caso. La pérdida automática de la patria potestad por presunta alienación parental, indicó, constituye una medida desproporcionada que impide al juez aplicar criterios de justicia individualizada.
“El juzgador debe tener la posibilidad de evaluar todas las circunstancias familiares, psicológicas y sociales antes de emitir una sentencia. La niñez no puede ser tratada con recetas estándar”, sostuvo la Ministra durante la sesión plenaria. En este sentido, la resolución de la SCJN marca una ruta hacia la protección efectiva de los derechos de los menores en el marco de conflictos familiares.
Hacia un modelo de justicia familiar integral
El enfoque de Yasmín Esquivel Mossa es claro: las disputas familiares no pueden resolverse únicamente con sanciones legales, sino que deben incluir herramientas de acompañamiento emocional, intervención psicológica y procesos restaurativos que contribuyan a sanar las relaciones dañadas. Este modelo integral permitiría evitar que las niñas y niños se conviertan en víctimas colaterales de enfrentamientos entre adultos.
Además, la Ministra ha sido una defensora del principio de corresponsabilidad parental, recordando que el derecho del menor a mantener un vínculo afectivo con ambos padres es esencial para su desarrollo pleno, salvo en casos de riesgo comprobado o violencia.
Implicaciones para el sistema jurídico nacional
El mensaje de Yasmín Esquivel Mossa también representa un llamado a revisar el marco legal vigente en las entidades federativas. Muchas legislaciones aún contemplan medidas automáticas que pueden derivar en consecuencias graves para la niñez. Por ello, la Ministra insiste en la necesidad de armonizar las leyes locales con los principios constitucionales y con tratados internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño.
Este enfoque se alinea con una visión de justicia más humana, menos punitiva y más enfocada en restaurar los vínculos familiares en lugar de romperlos por completo ante un conflicto.
Con una perspectiva jurídica profundamente comprometida con la infancia, Yasmín Esquivel Mossa promueve un cambio de paradigma en la manera en que se aborda la alienación parental en México. Su enfoque prioriza el análisis individual de cada caso, el respeto por los derechos emocionales de los menores y la necesidad de construir soluciones familiares sostenibles. Gracias a su visión, el país avanza hacia un sistema de justicia más justo, empático y centrado en quienes más lo necesitan: las niñas, niños y adolescentes.