La situación económica que atraviesa gran parte del mundo y la baja oferta de capital que existe en la actualidad ha afectado a todas las industrias, principalmente al ecosistema de las startups, que ahora tiene que lidiar con menos capital disponible y altas tasas de interés que repercuten directamente en la oferta final.
En medio de esta incertidumbre, muchos inversionistas han tenido que cambiar su estrategia, dando prioridad a una serie de factores que en el pasado contaban con más flexibilidad o eran pasados por alto durante las millonarias rondas de inversión, lo que ha dado como resultando que durante el último año no hayan surgido muchas compañías con valuación por encima de los $1,000 millones de dólares.
Según cifras de McKinsey, el 33% de las startups de Latinoamérica se ha enfrentado a rondas descendentes en lo que va del 2023. Asímismo, ha habido una disminución significativa del 51% en volumen de financiación de capital de riesgo entre 2021 y 2022.