México 18 abril._ Los robots en miniatura que pueden viajar por un cráneo humano para tratar enfermedades cerebrales parecen cosa de ciencia ficción. Sin embargo, pronto podrá ser una realidad, según la startup Bionaut Labs.
Este emprendimiento, con sede en Los Ángeles, California, planea realizar los primeros ensayos clínicos en humanos. Bionaut Labs decidió usar energía magnética para propulsar los robots, en lugar de técnicas ópticas o de ultrasonido, pues no perjudica al cuerpo humano.
“La idea de un microrobot surgió mucho antes de que yo naciera”, dijo el cofundador y director ejecutivo Michael Shpigelmacher.
La tecnología detrás de los robots diminutos “que solía ser ciencia ficción en los 1950 y 60” es ahora un “hecho científico”, dijo Shpigelmacher.
“Queremos tomar esa vieja idea y convertirla en realidad”, explicó el científico.
Bobinas magnéticas ubicadas fuera del cráneo del paciente están conectadas a una computadora que puede maniobrar de forma remota el robot diminuto hacia la parte afectada del cerebro, antes de retirarlo por la misma vía.
El aparato entero es fácilmente transportable, a diferencia de un IRM (imagen por resonancia magnética) y usa entre 10 y 100 veces menos electricidad.
Innovaciones
En una simulación, el robot sigue lentamente una trayectoria ya programada a través de un contenedor lleno de gel, que simula la densidad del cerebro humano. Se trata de un cilindro metálico de unos pocos milímetros de largo, con forma de una pequeña bala.
Una vez que se acerca a una bolsa llena de un líquido azul, este robot es rápidamente propulsado como un cohete y perfora la bolsa con su extremo puntiagudo, permitiendo que el líquido corra.
Los inventores esperan usar el robot para perforar quistes llenos de fluidos dentro del cerebro cuando los ensayos clínicos inicien en dos años.
De ser exitosa esta innovación tecnológica, el proceso puede ser usado para tratar el síndrome de Dandy-Walker, una rara malformación cerebral que afecta a los niños.
Quienes lo padecen pueden experimentar quistes del tamaño de una pelota de golf, que se inflan y aumentan la presión en el cerebro, desatando una serie de condiciones neurológicas peligrosas.
Bionaut Labs ya probó sus robots en animales grandes como ovejas y cerdos. Y la “información muestra que la tecnología es segura para nosotros”, los seres humanos, dijo Shpigelmacher.