México 20 octubre._ Tras solo 45 días en el poder, la primera ministra británica Liz Truss anunció su renuncia al cargo. Su decisión se produce luego de enormes presiones por parte de su propio partido y tras el retiro de dos de sus más cercanos colaboradores, señala BBC.
En un breve pronunciamiento frente al número 10 de Downing Street, la sede del gobierno británico, Truss dijo que le había anunciado al rey Carlos III su renuncia a la jefatura del Partido Conservador y, por lo tanto, a su cargo como primera ministra. Agregó que continuaría en el puesto hasta que se elija un nuevo líder del partido, lo cual puede ocurrir en los próximos días.
Se trata de una crisis sin precedentes en la historia política británica que comenzó poco después de que Truss asumiera el cargo y se acentuó la semana pasada, cuando despidió a su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng. Eso, luego de opinión sobre un polémico programa económico que causó tumulto en los mercados financieros e hizo que la libra esterlina se hundiera a un mínimo de 37 años frente al dólar.
Por si fuera poco, su ministra del Interior renunció el miércoles por incumplir el código ministerial al enviar un documento oficial desde su correo personal.
Controvertido plan económico
Desde su primer día en el cargo, el gobierno de Liz Truss se enfrentó a varios desafíos, como la guerra en Ucrania, la amenaza de una secesión de Escocia, una grave crisis energética y una inflación galopante que afecta cada vez más el bolsillo de millones de británicos.
En una situación ya delicada, el gobierno de Truss optó por anunciar un controvertido paquete económico que, según ella, impulsaría la economía del país.
El plan incluía eliminar la tasa del 45% del impuesto sobre la renta que pagan las personas que ganan más de 150.000 libras esterlinas al año (US$168.000).
La reducción del impuesto sobre la renta para los más ricos habría representado un ahorro fiscal de casi US$3.400 anuales para una persona con un sueldo de 200.000 libras al año (US$224.000).
Truss además anunció un recorte de la tasa básica del impuesto sobre la renta del 20% al 19% y la también polémica eliminación del tope de los incentivos o bonificaciones salariales de los banqueros, que a veces pueden superar el millón de dólares.