A los largo de 35 años del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la participación de la mujer ha ido en aumento y hoy representan 20% de los 900 investigadores del organismo.
Sus aportaciones van desde estudios y soluciones en enfermedades virales, bacterianas y parasitarias en animales, o plantas; hasta el desarrollo de variedades de granos básicos con alto nivel nutrimental, o estudios de especies forestales y cuencas para alcanzar un manejo sustentable.
Esto ha tenido alto impacto social al evitar pérdidas económicas a los productores y al país.
En campos como la agronomía o medicina veterinaria, tradicionalmente desarrollada por hombres, hay un avance en las últimas décadas.
El papel de la mujer ha sido fundamental en el desarrollo del avance científico para el agro mexicano, pero aún falta por caminar en su acceso a altos puestos dentro de las instituciones. Por ejemplo, nunca ha habido una directora del INIFAP o una secretaria de Agricultura.
En esto coinciden investigadoras del organismo, cuya contribución al desarrollo del sector rural es invaluable, como a continuación queda de manifiesto.
En su trabajo cotidiano, la doctora Rosa Estela Quiroz Castañeda, investigadora del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Salud Animal e Inocuidad (CENID-SAI) del INIFAP, detecta e identifica patógenos en ganado bovino que son transmitidos por garrapatas, cuyo daño se traduce en pérdidas económicas.
Esta problemática la ha abordado desde una perspectiva molecular y genómica lo que ha permitido identificar genes de interés que podrían ser potenciales candidatos vacunales contra ciertas enfermedades en ganado.
“Soy miembro de una comunidad científica estatal que reconoce la labor de las investigadoras y fomenta su participación e inclusión. Un logro importante dentro de un gremio principalmente dominado por investigadores”.