En Latinoamérica la inversión ángel aún juega un papel aún fundamental, muestra de esto es que, según datos recientes de Crunchbase, la inversión ángel y semilla alcanzó los US$400 millones en 2024, tendencia que no es nueva en la región; de acuerdo con la última versión del Latin America VC Report en 2023, el 16 % del total de las inversiones en capital emprendedor en ese año provino de inversores ángeles.
«El capital de los ángeles no solo ayuda a cubrir las necesidades operativas iniciales, sino que también genera confianza en otros actores del ecosistema, desbloquea contactos, abre nuevos caminos para inversiones y se convierte en un generador de oportunidades increíble. En Pygma, creemos en el poder del acompañamiento estratégico y el capital inteligente para transformar startups en empresas globales», explica Andrés Cano, cofundador y managing partner de Pygma.
Este método de financiamiento podría ganar aún más terreno en 2025, debido a que es una buena opción para ayudar a la diversificación de las inversiones, mitigando el riesgo que trae las fluctuaciones del mercado. Al destinar capital a startups en etapas tempranas, los inversores pueden equilibrar su exposición a diferentes sectores y niveles de madurez empresarial.
“La inversión ángel está posicionada para destacar en 2025 como una estrategia indispensable para los inversores que buscan diversificación y altos retornos. Los ángeles pueden incluso convertirse en inversionistas de los fondos, ampliando su diversificación y fortaleciendo la conexión entre las etapas tempranas y el crecimiento acelerado. Pueden ser una gran herramienta para compartir dealflow con los fondos”, agrega Daniel Ospina, cofundador de Pygma.