La última década ha presenciado un renacimiento en la innovación del espacio bancario y de pagos. La ampliación del acceso a la infraestructura de pagos, la democratización del acceso a los datos, el desarrollo de ecosistemas financieros alternativos y la disminución de las barreras continúan perturbando los modelos tradicionales, lo que representa un desafío para las ventajas competitivas de los operadores tradicionales, explica Oscar Reyes de la Campa.
“Los servicios financieros que antes gestionaban exclusivamente los bancos los prestan ahora empresas tecnológicas alineadas con canales no financieros populares, como Google, Amazon, QuickBooks y Shopify, quienes compiten, por una parte, del mercado financiero, cambiando significativamente la industria”, añadió el analista mexicano.
Estas “superapps” que se construyen como una plataforma para ofrecer un ecosistema de miniapps que los usuarios pueden elegir para activar experiencias de aplicación coherentes y personalizadas, están llamadas a convertirse en el siguiente paso en la orquestación conjunta de ofertas bancarias, basándose en la comodidad y valor que atraen a los usuarios a las alternativas bancarias tradicionales.
De acuerdo con Global Payments, en EE. UU. el 55 % de las personas usan una app de servicios bancarios completos, el 40 % usa aplicaciones de pago entre particulares (P2P), el 17 % usa una aplicación dedicada a la inversión y el 17 % una aplicación de presupuestos. Además, el 46 % han utilizado un monedero digital, el 85 % de ellos pertenecientes a la GenZ, el 51 % utilizan pagos sin contacto y el 23 % poseen criptomonedas.
En toda Asia, las soluciones de pago a través de superaplicaciones ya superan en popularidad al crédito, el débito y el efectivo, según un reporte elaborado por Deloitte. El 92 % de los residentes de las principales ciudades chinas manejan WeChat o Alipay, las dos mayores superaplicaciones de China, como principal forma de pago.
Las plataformas de pago a través de superaplicaciones, por ejemplo, amplifican otros servicios ofreciendo una opción de pago de baja fricción a través de la aplicación que invita a nuevos usuarios a realizar transacciones. El nuevo servicio, a su vez, proporciona al sistema de pago un volumen de transacciones adicional y, por tanto, mayores ingresos.
“Es importante tener en cuenta que combinar demasiadas opciones bajo un mismo paraguas puede disuadir a los usuarios. Los gigantes de la tecnología tienen ventaja, ya que conocen los servicios más utilizados y qué debería unirse en una superaplicación. Las startups y los unicornios tendrán que afrontar más incertidumbres al entrar en este espacio”, señala Oscar Reyes de la Campa.
Las superaplicaciones y la personalización de servicios financieros
Las IF tienen acceso a una gran base de clientes con una profundidad de datos financieros, lo que les proporciona una ventaja única. A pesar del gran acceso a los datos en comparación con otros sectores, existen lagunas notables en lo que respecta a las preferencias de comportamiento en línea y las redes sociales que las superapps podrán colmar mediante una gama más amplia de ofertas en todos los tipos de servicios.
Estas cuestiones enmarcan los tipos de servicios que prevemos ver integrados a corto plazo. La combinación de ofertas centradas en los pagos, la inversión y la gestión de patrimonios ofrece a los usuarios un eje centralizado para controlar mejor sus finanzas.
“Surgen nuevas propuestas de valor que solamente existen en el ecosistema de las superaplicaciones, como la posibilidad de recomendar un préstamo en función de los saldos de las cuentas en tiempo real. Las ofertas hiperpersonalizadas sirven de guía para el bienestar financiero general del usuario”, refiere el analista mexicano.
Pocos sectores se libran del impacto de las superaplicaciones, y menos aún los proveedores de servicios financieros. A medida que los usuarios esperan transacciones más rápidas y una mayor personalización, los productos financieros de talla única empiezan a quedarse en el camino.
En 2020, los monederos móviles superaron a las tarjetas de crédito y al dinero en efectivo para convertirse en la solución de punto de venta más utilizada en la actualidad, con un 66 % de usuarios.
Las transacciones BNPL, de las que las startups están desviando entre 8.000 y 10.000 millones de dólares de los bancos tradicionales, ya alcanzaron los 55.000 millones de dólares en volumen en EE. UU. en 2021, y se espera que casi se dupliquen en 2024.
“En todos los servicios financieros, la integración y la incorporación de productos financieros y no financieros se han convertido en medios clave para generar valor en un mercado en rápida evolución. Los operadores tradicionales deben plantearse si están en condiciones de beneficiarse de esta tendencia”, concluye Oscar Reyes de la Campa.
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