México se posiciona como un semillero prometedor para las startups del sector alimentario, pero aún tiene un largo camino por recorrer», afirmó Catalina Valencia, líder de comunidad en KM ZERO Food.
A pesar del creciente interés y el número de startups que surgen en el país, Valencia destaca que el ecosistema foodtech mexicano se encuentra en una fase inicial en comparación con otros mercados como España.
Sin embargo, factores como la gran población y el dinamismo del sector emprendedor auguran un futuro prometedor.
«El número de foodtech en México es una señal de que hay un movimiento importante, pero aún estamos lejos de alcanzar el potencial que tenemos», explica Valencia.
Fondos de inversión
Uno de los aspectos más positivos es el creciente interés de los fondos de inversión en startups que buscan soluciones sostenibles para la industria alimentaria.
«Los inversionistas están cada vez más conscientes de la importancia de la alimentación en el cambio climático y buscan respaldar proyectos que tengan un impacto positivo en el medio ambiente», señala la experta.
La colaboración entre corporativos y startups, conocida como innovación abierta, también está cobrando relevancia en el sector. Grandes empresas están invirtiendo en startups para acceder a nuevas tecnologías y soluciones que les permitan mejorar sus procesos y productos.
«Los corporativos aportan recursos y experiencia, mientras que las startups ofrecen ideas innovadoras y disruptivas», comenta Valencia.