El mercado inmobiliario de Estados Unidos, especialmente en el Sun Belt, ha experimentado un aumento significativo en la compra de propiedades por parte de la comunidad latina, impulsando cambios en la dinámica de esta región. Este fenómeno contrasta con migraciones anteriores a ciudades como Nueva York y Chicago, en las que el empleo era la principal motivación para los migrantes, según explicó Roberto Guzmán García.
Texas se ha convertido en un ejemplo destacado de esta tendencia, con casi la mitad de las propiedades en el mercado siendo adquiridas por latinoamericanos.
Al respecto, Guzmán García, detalló que este auge de compradores no solo incluye a personas que buscan una residencia, sino también a una creciente clase inversionista de América Latina que buscan refugiar su capital en activos estables en medio de la volatilidad de las economías de sus países de origen.
“Florida, otro estado clave en el Sun Belt, refleja la magnitud de este fenómeno, con el sector inmobiliario representando más del 20 % de su Producto Interno Bruto (PIB, demostrando que el mercado de bienes raíces no solo para la economía local, sino también para los compradores extranjeros que buscan proteger sus activos en un entorno seguro, agregó el especialista mexicano.
No obstante, algunos países latinoamericanos muestran mayor participación que otros en esta ola de adquisiciones. México, en particular, destaca al situarse entre las tres principales fuentes globales de compradores extranjeros en el mercado inmobiliario estadounidense, compitiendo con China y superado solo por Canadá. Este flujo de capital mexicano, según Guzmán García, responde tanto a la proximidad geográfica como a los lazos culturales y económicos entre ambos países.
“Los mexicanos, que representan una de las mayores comunidades en Estados Unidos, están consolidando su presencia en ciudades como Los Ángeles, la segunda urbe con mayor número de mexicanos después de la Ciudad de México. Este arraigo cultural y económico facilita que cada vez más mexicanos opten por invertir en propiedades en EE. UU”, agregó el especialista.
Aunque México lidera en número de compradores, otras nacionalidades latinoamericanas, como brasileños, colombianos y cubanos, están aumentando su participación en el mercado. En ese sentido, Roberto Guzmán García mencionó que esta diversidad de compradores refleja un cambio en el perfil demográfico del mercado inmobiliario en el Sun Belt, generando además nuevas oportunidades económicas en las comunidades locales.
“La inversión inmobiliaria en EE. UU. es una estrategia viable y atractiva para muchos latinoamericanos en tiempos de incertidumbre económica en la región. Este interés no solo representa una alternativa de inversión, sino también una apuesta a largo plazo en un mercado que, para muchos, ofrece una mayor estabilidad”, precisó.