La clave para el crecimiento de cualquier compañía, startups o en crecimiento, está en manos de su talento, ese equipo de trabajo que todos los días se emplea a fondo para conseguir los objetivos que los líderes plantean.
Sin embargo, conseguir hoy a esa pieza esencial para sus operaciones no es tarea sencilla. Al menos así lo advierte un 61% de las empresas, quienes necesitan hacer cambios en su propuesta de valor para poder mantener y atraer al talento que requieren.
Este es un reto aún más complejo para los startups, que, a diferencia de las grandes empresas, están comenzando a despegar, requieren del aprovechamiento de las oportunidades, velocidad de reacción y escalabilidad para poder posicionarse y ganar terreno dentro del mercado.
Para entender mejor la dimensión del reto, veamos el concepto del Employee Lifetime Value (ELTV)[i], que hace analogía al concepto empleado en marketing del Lifetime Value LTV (ciclo de vida de un cliente), pero del ciclo de contribución de un empleado en la organización.
Employee Lifetime Value
Para entender el Employee Lifetime Value, tenemos que prestar atención en el eje X. Como se puede observar, hay cuatro etapas/momentos que son de prestar atención:
Inicio. Cuando un empleado llega a la organización. Su valor aquí es negativo, porque la empresa ha invertido en él/ella (gastos de búsqueda y selección, formación, etc.), pero aún no ha tenido el tiempo como para contribuir plenamente.
Máxima contribución. El momento en el que el empleado alcanza su pico de productividad.
Decisión de dejar la empresa. Si la persona cree que ya no puede crecer más, está quemada o no está a gusto en su trabajo, querrá irse a otro sitio. En este punto, el rendimiento empieza a bajar.
Último día. Cuando finalmente se ha ido de la empresa, su productividad baja a cero.