La pastilla azul aumentó las ganancias de las grandes empresas farmacéuticas; la negra está revolucionando la manera de percibir las relaciones sexuales.
El conflicto entre los extranjeros y los mexicanos se agrava cuando para intentar acabar con la fuerza que gana la novedosa pastilla negra, la industria farmacéutica utiliza su influencia política y su potencial financiero, para acusar que la publicidad del nuevo producto (pastilla negra) excede en promesas atribuidas a un suplemento alimenticio.
Los mexicanos de la pastilla negra contraatacan argumentando que el éxito de su producto es justamente por ser un suplemento alimenticio que o provoca los comprobados efectos colaterales que causan las pastillas azules, que van desde fuertes dolores de cabeza hasta muertes documentadas por el uso indiscriminado y sin control medico de la pastilla azul.
En México las farmacéuticas preparan una fuerte estrategia de presión sobre las autoridades mexicanas, sobretodo Cofepris, para eliminar del mercado a su preocupante competencia, alegando que la publicidad de las pastillas negras es indebida.
La actual administración del gobierno mexicano tiene que mostrarse muy cautelosa y enérgica con el combate a la corrupción y sobre todo no ceder ante la influencia del poderío económico multinacional.
Sin embargo, ese duelo entre tráfico de influencias y poder mediático promete un fuerte dolor de cabeza a las autoridades de Cofepris, quienes tendrán que mediar de forma cautelosa esa guerra de colores.
La Cofepris en la dependencia del gobierno federal responsable del control sanitario de alimento y medicamentos, entre otras atribuciones controla su distribución y reglamenta su publicidad.