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Empresas mexicanas fortalecen el futuro de las infancias: Alfredo Gadsden

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Empresas mexicanas fortalecen el futuro de las infancias: Alfredo Gadsden

En un entorno donde millones de niños enfrentan condiciones adversas, Alfredo Gadsden Juárez ha hecho del compromiso con la infancia una prioridad. Su visión empresarial va más allá de la rentabilidad, apuntando hacia una transformación social que inicie desde la niñez. Para Gadsden, el desarrollo económico y el bienestar infantil deben ir de la mano.

La infancia en México: cifras que exigen acción

De acuerdo con CONEVAL, en México existen más de 17 millones de niños y adolescentes viviendo en pobreza, lo que significa que su acceso a servicios básicos como salud, educación y alimentación está gravemente limitado. Este panorama se agrava con datos del Instituto Nacional de Salud Pública, que señalan que el 30.2% de los menores de cinco años presenta desnutrición.

Estas cifras reflejan un llamado urgente a la acción. Y Gadsden lo tiene claro: «no podemos construir un país competitivo si dejamos atrás a nuestra infancia».

Empresas como agentes de cambio

El rol del sector empresarial en este contexto es crucial. Alfredo Gadsden Juárez impulsa una visión donde las compañías mexicanas se conviertan en catalizadoras del cambio social. Esto implica no solo donaciones, sino la implementación de estrategias de responsabilidad social empresarial (RSE) enfocadas en educación, salud y bienestar infantil.

Un ejemplo de esto es la fundación “Ayúdate a Dar”, que con apoyo empresarial ha logrado beneficiar a más de 900 mil niños en situación vulnerable. Este tipo de iniciativas son el camino, según Gadsden, hacia una nación más justa y equitativa.

Mirando al modelo internacional

Gadsden destaca los casos de Suecia y Finlandia, países donde la participación empresarial en programas sociales ha reducido la pobreza infantil a menos del 5%, según datos de UNICEF. Esto demuestra que la alianza entre sector público y privado es efectiva para generar un impacto duradero.

En México, replicar estos modelos implica voluntad, inversión y visión estratégica. Para Gadsden, la clave está en hacer de la infancia una causa común.

Inversión inteligente: retorno social garantizado

Un estudio del Foro Económico Mundial revela que por cada dólar invertido en la educación infantil, el retorno puede ser hasta de siete dólares en beneficios sociales. Esto no solo refuerza el impacto humano de estas acciones, sino también su viabilidad económica.

El llamado a la acción: sumar voluntades empresariales

“Invertir en la infancia no es caridad, es una inversión inteligente en el futuro de México”, enfatiza Gadsden. Su liderazgo está encaminado a motivar a más empresas a sumarse a esta causa, generando un ecosistema donde cada niño tenga acceso a oportunidades reales de desarrollo.

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