En el 2013 Google adquirió por 1150 millones de dólares a Waze, compañía creada seis años atrás por Uri Levine y Amir Shina.
Para los fundadores, tomar la decisión de vender la empresa no fue fácil, pero sabían que era una buena oportunidad.
Uri Levine comenta en entrevista que el acuerdo que lograron con Google fue clave para aceptar la oferta, pues Waze seguiría siendo Waze y no se fusionaría con Google Maps, la sede en Israel no se movería y había una visión mutua acerca de la visión de ayudar a los conductores a evitar el tráfico.
Como emprendedor, desprenderse de la compañía que costó tanto trabajo fundar y crecer, no es fácil, “es como un bebé que se ha visto crecer”. Pero en ocasiones es la mejor opción si se desea que ese bebé crezca.
Oferta
Es cierto que la empresa es tu bebe, que salió de tu cerebro, un bebé mental que salió de tus pensamientos y se ha convertido en un bebé que creció y se hizo independiente y que quieres que crezca y sea autónomo”, relata el empresario.
Las negociaciones de Waze tardaron seis meses, con una primera oferta de 400 millones de dólares que se rechazó, cuando se llegó al acuerdo de 1150 millones de dólares la transición se hizo en 10 día, un tiempo récord.
La venta fue noticia internacional, era la primera vez que se pagaba una suma tan grande por una empresa tecnológica con el fin de adquirir una aplicación.
“Actualmente, cuando se mira un avalúo de mil millones de dólares no se ve como la gran cosa (ya existen muchas empresas valuadas en esa cantidad). Solamente quiero creer que yo estuve ahí al comienzo para establecer el referente”.