Ana Méndez, estudiante de último semestre de Biotecnología, en Tec Campus Toluca, y Eric Eland biotecnólogo egresado del Instituto Politécnico di Bragança, fundaron un emprendimiento pionero en alimento para mascotas a base de insectos.
Cricani es una empresa que busca encontrar formas sostenibles de alimentar a las mascotas. Lo hacen con una alternativa que contribuye no solo en la producción de alimento, sino también a la reducción de la huella de carbono.
Granja de grillos
Los creadores encontraron que alrededor del 20% del consumo de carne y pescado a nivel mundial está destinado a la producción de alimento para mascotas. Y esta es responsable de una huella de carbono de más de 770 kg de CO2 al año.
El proyecto tuvo su origen en casa de los padres de Ana, convirtiendo su cocina y jardín en un prototipo de granja de grillos. Cuenta también con asesoramiento de múltiples partes de México y una extensa red de apoyo.
“La lista de personas que han colaborado es muy larga, y sin la red que se ha formado Cricani no existiría”, señaló.
De acuerdo con Ana, uno de los mayores desafíos fue la autorización de la SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria).
Este organismo busca proteger la agricultura nacional a través de la aplicación de medidas de sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria.
Emprendedores
Asimismo, Ana y Eric, comentan que se han tenido que enfrentar a montar la planta de producción. Siendo biotecnólogos, no estaban muy familiarizados en la operación de la maquinaria, así como de su instalación.
“No sabíamos lo que era planear una instalación eléctrica, ni lo que eran la polea y la cuña de un motor”, dijo la emprendedora.
Sin embargo, para ambos, su mayor logro ha sido ser beneficiarios del programa del COMECyT Jóvenes Emprendedores e Innovadores de la convocatoria 2021. Un programa que tiene como objetivo apoyar económicamente a jóvenes emprendedores mexiquenses.
