Bárbara de la Rosa estipula que identificar, regular y expresar adecuadamente las emociones es algo que debe trabajarse todos los días, en todos los círculos de desempeño, porque resulta el mejor método para alcanzar paulatinamente el éxito deseado.
Lo anterior parte desde la premisa de que el Covid-19 como disruptor ocasionó movimiento a todos niveles dentro de la sociedad, uno de ellos directamente ligado a cuestiones laborales, donde las competencias y habilidades, así como la inteligencia emocional, se convirtieron en poderosas herramientas para mantener los puestos de trabajo, pero también para tomar nuevas oportunidades.
La experta en neurociencia e inteligencia emocional asegura que el éxito de muchas personas durante los meses más complicados de la pandemia ha sido posible a través de una adecuada y eficaz gestión de las emociones.
«Esto les ha permitido a las personas potenciar sus capacidades hasta el punto en el que les ha resultado más sencillo el proceso de adaptación que trajo consigo dicha situación, la cual como se sabe lleva poco más de un año» explica.
El papel que desempeña la inteligencia emocional
Bárbara de la Rosa comparte que esta habilidad para llevar cabo una mejor gestión de las emociones es inherente a todos; sin embargo, requiere de estímulos que permitan su desarrollo y un mejor acoplamiento dentro de los ambientes laborales, para no solo ejecutar precisas tomas de decisiones, sino también mostrar eficiencia organizacional multidireccional.
“La solución la encuentran en lograr gestionar sus emociones para canalizarlas de manera efectiva, desde el autocontrol, automotivación y autoconfianza, hasta transformarlas en potencial de liderazgo, que a su vez logre permear en el rendimiento individual y colectivo, la creatividad y por supuesto la comunicación interna”, detalla la especialista.
Finalmente, matiza que debido a las dinámicas en que vivimos lo primero que relacionamos con el éxito es el campo laboral, lo cual para efectos prácticos de supervivencia está en el camino indicado, pero tenemos que proyectar que también se alcanza el éxito en otros aspectos de la vida, llámese en el campo familiar, académico, e incluso social.
«De tal manera, que resulta imprescindible hacer una correcta gestión de nuestras emociones, llevándolas en orden de influencia de más a menos, hasta que se logre tener una perfecta gestión de las mismas” manifiesta la experta en neurociencia e inteligencia emocional.