Bajo la idea de que a mayor tiempo para alcanzar una meta hay más probabilidades de desistir, Brian P. Moran y Michael Lennington, autores del libro “El año de 12 semanas”, crearon este método. Con él, en lugar de plantear objetivos a largo plazo, se planifican proyectos que deben concretarse en periodos más cortos, lo cual optimiza la ejecución y permite alcanzar resultados excepcionales.
Esta técnica consiste en dividir el año en ciclos de 12 semanas a los que se les asigna una meta específica. Al hacerlo, es posible enfocar mejor los esfuerzos y aumentar las probabilidades de éxito.
El lapso de 12 semanas fue planteado debido a que es lo suficientemente corto para mantener el sentido de urgencia, pero también razonablemente largo para tener tiempo de hacer cambios importantes.
¿Cómo implementar el método del año de las 12 semanas?
Si este año estás determinado a cumplir las metas que te propusiste y decidiste optar por este popular método, lo que debes hacer es:
Establece objetivos SMART. En otras palabras, las metas que plantearás para cada ciclo deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.
Planeación detallada. Debido a que el tiempo es relativamente corto, es fundamental organizar semanalmente lo que se deberá hacer para llegar a la meta.
Revisión constante. Al estar monitoreando frecuentemente los avances es posible detectar los ajustes por hacer.
Flexibilidad. Si bien la idea detrás de su implementación es cumplir un objetivo, procura ser flexible y evitar caer en el “todo o nada”.
Fuente: emprendedor.com