El sector tecnofinanciero está en su apogeo en México debido a las 500 empresas de este ámbito y el creciente interés de inversionistas internacionales tras casi dos años de la promulgación de la Ley de Tecnología Financiera o Ley Fintech, expresaron emprendedores del área.
Un éxito de esto fue la de Rogelio Rea, cofundador de Atrato, una empresa emergente o startup que inició su camino en mayo pasado para proveer de esquemas de financiamiento a pequeños y medianos negocios, con lo que ya han alcanzado 150 clientes y 2 millones de pesos (106,808 dólares) en créditos finales.
«Yo soy muy optimista con el sector. Creo que las barreras de entrada para intervenir en el sector financiero han disminuido dramáticamente, esto lo que significa es que México históricamente había sido controlado por cinco o seis grupos bancarios muy poderosos», comenta Rea en entrevista.
Donde Atrato participó en la tercera generación del «Startupbootcamp» en la Ciudad de México, organizada por Finnovista la cual es la que impulsa a estas empresas en América Latina y España.
En México yacen más de 515 empresas tecnofinancieras que son reconocidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de las que 200 cumplen con la nueva regulación de la Ley Fintech, que establece reglas para quienes participen en fondos de pago electrónicos, activos virtuales y financiación colectiva.
Siendo su valor anual en las operaciones fintech es de 68,409 millones de pesos (3,656 millones de dólares) con 4.7 millones de usuarios y un índice de maduración del ecosistema «fintech» en México del 48%, lo cual significa que se está en una etapa de crecimiento, según el informe «Termómetro Fintech: los retos de la regulación», elaborado por el banco Santander en colaboración con Finnovista y Google.
Pero esta aprobación de la Ley Fintech despertó el interés de emprendedores de Europa y América Latina, como el peruano Víctor Morales, quien trajo a México su empresa emergente Alfi, una plataforma de educación financiera que comenzó en su país y luego se expandió a Chile.
«Es muchísimo más dinámico que Suramérica. Podría ser por la cantidad de población que existe y la cantidad de oportunidades», expone Morales.
Donde se han encontrado oportunidades para aliarse con bancos como el BBVA en México y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), instituciones que ayudarán a las personas a obtener su primera cuenta y administrar los recursos para la jubilación.
Morales también advierte que hace falta reducir las desventajas que afrontan respecto a los grandes jugadores que controlan el mercado.
«Los problemas creo que son los mismos que en América Latina, de cómo los bancos ven a las ‘fintech’, y cómo las tratan. De hecho hay una predisposición a vernos como proveedores y no como socios», cuenta el emprendedor.